Mami, ¿Cómo fue tu primer beso? ¡¿Mami a qué edad tuviste tu primer enamorado? ¿Cómo fue? ¿Dónde fue? ¿Que se sintió? ¿Te dio roche?
Mi bella casi once.. si, si ya es hora de admitirlo, la pubertad llegó y mi bella dejó de ser una tierna casi diez para convertirse en una maravillosa casi once— Bueno mi maravillosa casi once me bombardea a preguntas, llena de curiosidad y ansiosa de respuestas.
En qué momento pasamos de Mami pon mi diente debajo de la almohada , a ¿Mami cómo fue tu primer beso?… ¿Cómo que en qué momento??? En casi 11 años será..¿No?
Volví a mirar a mi pequeña niña que esperaba curiosa y ansiosa mi respuesta, por saber más de mi adolescencia. Le conté mi historia, me contó también sus cosas, sobre su vida, el cole, sus sueños y sus amigas, hablamos mucho rato. Conversamos y reímos, fuimos cómplices y me sentí segura, tranquila y agradecida de la confianza, la intimidad que tenemos… y en ese momento me di cuenta de una verdad que hace tiempo me ronda. No me da miedo que crezca, ni las cosas que están por pasar, ni las preguntas que están por venir. Me daba miedo que no venga corriendo a mi cuando tenga una duda, cuando no sepa que hacer, cuando sea feliz, cuando le guste un chico, cuando le rompan o rompa el corazón. Pero sobretodo me aterra pasar esa delgada línea que separa la maternidad de la amistad.
Vuelvo a ver su cara relajada, curiosa y confianzuda preguntándome ¿Mami, como fue tu primer beso? Y me vuelve el alma al cuerpo. Debo confiar en seguir haciendo lo que he hecho hasta hoy, lo que nos puso hoy frente a la pregunta y frente a la respuesta, frente a las risas y la confianza, frente a esta niña maravillosa que corre a mis brazos cuando necesita respuestas.
Luego de un rato tiradas sobre la cama, vuelve a interrumpir el silencio y me dice:
«Mami, cuando se más grande, el día que me de mi primer beso, te lo voy a contar a ti primero ¿Ya?»
Ahora si, mi felicidad es plena, se me derrite el corazón y mi alma baila de contenta.
No se que pasará el día de su primer beso, no se si vendrá corriendo a contármelo o si llamará a su mejor amiga, o tal vez se guarde el secreto para soñarlo un rato más. No lo sé y no importa. Lo único importante es que hoy, en este momento, ella cree y confía en mi. Hoy no soy su mejor amiga, soy su madre y me lo quiere contar todo. Hoy, en este preciso momento estamos más unidas que nunca, unidas por secretos, amor, intimidad y risas. Hoy confía en mi y está segura de querer contarme su primer beso y eso es lo único que importa, por que hoy es lo único que tenemos, hoy es lo único que existe, y es hoy que debemos ser felices♥
-La Tata, hoy.