Leemos y escuchamos muchas historias sobre partos violentados, cesáreas innecesarias, epístomías, separación de la madre y el bebe, partos sin compañía, problemas con la lactancia, dolor insoportable ,.. historias que cuando estamos embarazadas nos llenan de dudas y temor ante el momento que debe ser el más maravilloso y mágico de nuestras vidas. Es por eso que decidí compartir mi historia, no sólo contarles sino compartir con ustedes las imágenes de mi tercer parto. Un parto mágico, un parto soñado, un parto familiar tal cual mi flaco y yo lo queríamos. Tener un parto respetado, positivo y feliz es posible y lo debemos difundir para borrar la sombra de miedo, para perder el miedo a parir.
Eran más de las 3 de la mañana comencé a sospechar que esos dolores que me despertaban cada 10 a 15 minutos habían dejado de ser las famosas braxton hicks y que el trabajo de parto tan esperado ya había comenzado. Agarré el sobre de la última eco de Emilia y un lápiz y comencé a anotar las contracciones mientras me relajaba sentada en la pelota de pilates. A las 4:45 casi no me quedaban dudas pero las contracciones seguían un poco desordenadas, pasaban de cada 12 a cada 10 a cada 8 volvían a cada 12. Me puse a revisar que no faltara nada en el maletín. A las 6:00 am desperté a mi flaco, «amor, ya viene Emilia, estáte atento me voy a dar una ducha mientras las contracciones siguen cada 10 minutos y aún me puedo duchar con calma»
Me di un baño, largo y delicioso, las contracciones bajaron de intensidad y comencé a dudar si estaba de parto o no, peor rápidamente arrancaron de nuevo cada 5 minutos. A las 7 fui a despertar a los niños. » Nacho hoy no vas al cole, tu hermana va a nacer en un ratito, cambiate» «Fer, despierta amor, nos vamos a la clínica, agarra tu maletín»
Entre que se despertaron, desayunaron, me despedí de mi abuela y me sentí lista para salir llegamos casi a las 8 a la Clínica Delgado. La atención amoroso y personal empezó desde que crucé la puerta. El chico de seguridad me ofreció una silla de ruedas » no gracias, prefiero caminar» , me devolvió una gran sonrisa cariñosa en la que leí » fuerza, es una campeona» . Felicitaciones, que todo salga bien me dijo.
Llegamos al piso 3 , lleno de luz, las enfermeras y obstetras de turno me abrieron la puerta con todo el cariño y la paz del mundo. Me señalaron la puerta entre abierta donde toda la magia estaba a punto de ocurrir…
Entre con mi flaca y mi flaco, el se fue a hacer un par de papeleos rápidos mientras mi hija de 11 se quedó conmigo, ayudándome, anotando contracciones y respirando junto a mi. Eran las 8:15am y había llegado con las contracciones cada 2 minutos y en 6 de dilatación. Entramos juntas al baño de la suite de parto donde mi pequeña me ayudo a cambiarme
Los dolores se ponían más intensos cada vez, pero el hecho de poder caminar y agacharme, usar la pelota y los sillones ayudo a soportar el dolor y el tener a mi marido, mi hija y una gran amiga que tomaba las fotos hacía que el tiempo pasara dulcemente.
Las obstetras entraron y me revisaron mientras mi doctor llegaba a la clínica. Me pusieron un monitor inalambrico que me permitía seguir caminado. El monitor mandaba la información al box de enfermeras así que nuevamente nos dejaron en la intimidad familiar para continuar con nuestro trabajo de parto.
Rápidamente, los dolores se pusieron más intensos, el momento estaba llegando, finalmente íbamos a conocer por fin a Emilia, su hermana y su papá estaban junto a mi en la suite y su hermano y tío afuera esperando (mi pequeño tiene 8 años y pidió entrar cuando ya le hubieran limpiado la «sangrecita de la cara «) Cada contracción ,más dolorosas, cada minuto, cada respiración, nos acercaban más y más.
Mi idea en un principio era no usar epidural, quería un parto 100% natural, un parto como en casa, pero con la seguridad de estar en una clínica. Los dolores cada vez fueron más fuertes, yo había pedido que me avisaran cuando fuera mi última oportunidad para ponerme la epidural y así lo hicieron. Amorosamente me preguntaron que era lo que yo prefería, que lo estaba haciendo excelente, que había aguantado como una campeona hasta ese momento, y que la decisión de la recta final era solo mía. El anestesista me dijo que había la opción de ponerla muy baja, solo para aminorar un poco el dolor, podría seguir caminando, sentiría todo igual, incluso seguiría doliendo pero más soportable, así que me decidí por esa opción y no me arrepiento. Estaba pariendo con mis hijos y quería pode disfrutar de todo el momento. Con el apoyo de mi flaco en todo me dejé poner la epidural y esperamos que hiciera efecto.
En pocos minutos la intensidad del dolor había disminuido, seguí disfrutando de la magia rodeada de mi familia, rodeada de amor
«Amor, llama al doctor.. quiero pujar… Emilia quiere salir» Hasta entoces estábamos solos, en familia, viviendo en Tribu nuestro momento. Entro el doctor, mi flaco a su lado y mi hija vino y agarro mi mano para darme fuerzas en el primer gran pujo. De un lado tenía a mi primera hija que me convirtió en madre, frente a mi flaco adorado que me regalo a mis tres tesoros, mi doctor de toda la vida atendiéndosm y una obstetra maravillosa que había visto un par de veces en mi vida pero me hacía sentir como si me hubiera acompañado siempre.
Seguí pujando , dos, tres, mi hija decidió ir junto a su papá, quería ver como nacía su hermana, quería verla llegar al mundo, me llené de emoción, se me slía las lágrimas, no podía creer la intensidad, la magia, la maravilla que estaba ocurriendo, el regalo que estabamos viviendo en ese momento. Seguí pujando cuatro, cinco veces más y la sentí… sentí claramente como se rompió la piel, como me desgarre, dolió, un dolor maravilloso seguido por ella, por la emoción de sentirla.. no tengo palabras para describir la felicidad, la euforia, la emoción, todo el amor…todo.
Habías decidido llegar por fin a nuestras vidas y te pude ver llegar, te vi, mientras pujaba y te ayudaba a salir. Tu hermana tu papá y yo fuimos los primeros en verte llegar al mundo, en estar ahí esperándote, en estar ahí para ti, desde ese momento y para siempre.
Por fin llegó el momento que tanto tiempo soñé, tenerte en mis brazos, en mi pecho, en mi piel.
Eran las 9:50am y mientras Emilia se agarraba de la teta por primera vez, su papá cortaba el cordón.
Era igualita, tal cual la había soñado un par de noches atrás…
Los besos, los cariños y el amor fue inmediato. Habíamos pedido que apenas limpiaran su carita dejaran entrar a mi hijo menor. Mi hijo entro cantando cumpleaños feliz para darle la bienvenida a su pequeña hermana recién nacida. La emoción era total. El amor se podía respirar.
Momento familiar mágico, lleno de felicidad y celebración.
La pediatra y obstetriz de la clínica nos saludaban y felicitaban con el mismo cariño y ternura, el respeto, y calor humano que nos regalaban no tiene precio, es invaluable la verdad.
Después de un rato largo de haber tenido a Emilia en mis brazos la llevaron a menos de un metro de distancia, a lado de mi cama, junto a su papá, donde tenían todo preparado para terminar de limpiarla, vestirla, hacerle el apgar y ver que todo estuviera bien.
Inmediatamente después mientras me terminaban de atender a mi se la dieron a su papá para que ellos también pudieran hacer el piel con piel.
Luego del piel con piel con papá, te vistieron y tomaron las huellas, no demoraron más de 5 minutos, nuevamente a nuestro a lado.
Todo sucedió en la misma habitación a la que un par de horas antes habíamos llegado, ahí mismo y sin movernos nos quedamos todos juntos descansando y compartiendo, avisándole al resto de la familia que eramos felices, que todo había salido bien, mientras nuestros hijos jugaban y miraban fascinados a su nueva hermana.
Había parido como quería, con mi familia, mi tribu, como en casa
Unas 3 o 4 horas después nos fuimos a la habitación. Donde no nos separamos en ningún momento, siempre tuvimos alojamiento conjunto, es decir no se llevaron a mi bebe salvo 10 minutos que se fue con su papá a que la viera el pediatra. Luego todos los demás chequeos fueron en nuestra habitación.
La habitación en la Clínica fue comodísima, todo estaba pensado para que mamá y bebé pudieran descansar y recibir visitas solo si te sentías con ganas. Era una suite dividida en dos con dos puertas, por lo tanto los invitados entraban a la sala de invitados donde había una tele y un sofá cama de 2 plazas. La primera noche la pasamos juntos mi flaco , la bebe y yo en esa cama de dos plazas y luego me pasé a mi habitación avanzada la madrugada. La primera noche pudimos dormir parte de la noche juntitos… como en casa.
Al día siguiente cómo la habitación y la sala eran tan grandes mis hijos y sobrino pudieron estar todo el rato con nosotros, felices y cómodos
Recibí visitas en la sala como si fuera mi casa y me iba a descansar al cuarto cuando me provocaba. En esta foto estoy con dos grandes amigas, una de ellas es Romy Schroth de Mamalia, Romy es placentóloga y me hizo el tratamiento de post parto de la placenta. En la foto me estoy tomando un smoothie delicioso que tiene un pedacito de mi placenta, lo tomé durante una semana y luego unas pastillas, en otro post les contaré los efectos maravillosos que tuvo en mi.. quienes me vieron a los 3 días en el evento ya saben por que no podían creer que recién había parido (ese fue mi secreto)
Katia de Riglios mil gracias por acompañarnos y hacer posible con tus imágenes maravillosas que pueda contar nuestra historia ❤
Quiero agradecer con todo el corazón a La Clínica Delgado por tener esta opción. Somos muchas las mujeres, las familias, que buscamos una opción como esta, natural, en compañía, con apego y familiar pero que no terminamos de convencernos de tener un parto en casa, que igual queremos la seguridad y respaldo de una clínica bien equipada y con un staff médico atento a si se les necesitara para una emergencia. Me parece maravilloso que en el Perú por fin exista una opción así y me siento agradecida de haber podido disfrutar de ella junto a mi familia.
Mi parto fue una experiencia maravillosa, respetada, acompañada, contenida, con amor, con una tribu familiar y una tribu profesional. Parí como nos merecemos parir todas, acompañadas y en libertad.
-La Tata.
que bellas fotos, que lindo parto 🙂 muchas bendiciones Tata a ti y tu linda familia!!1
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Que hermosa experiencia y la viviste en el mejor lugar, donde te hacen sentir como en casa. Yo tuve una cesarea pero me senti super bien cuidada y siempre al lado de mi Rafa. Felicidades!!!
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Qué emocionante y qué linda historia, mi esposo también se emocionó. Felicidades por la llegada de Emilia, espero poder felicitarte personalmente en el siguiente evento…nos perdimos el de este mes.
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Qué emocionante y qué linda historia, mi esposo también se emocionó. Felicidades por la llegada de Emilia, espero poder felicitarte en persona en el siguiente evento…nos perdimos el de este mes.
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Una mamá que a pesar de lo que sufrimos espera con ansias a su bebé y lo único que quiere es tenerlo en brazos cuando por fin da a luz !!!!!!!!!!!!! Hermosas imágenes que dan cuenta de lo que es ser mamá, dolor espera, y una inmensa dicha al tenerlo entre sus brazos, lo demás es lo de menos !!!!! Felicidades a los hermanos que también gozaron del bebé.
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Excelente historia!! Que lindo tu parto… Te felicito Tata… Muchas bendiciones para ti y tu familia!
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Hermoso, que feliz me siento por ti y tu linda familia, que el amor, la salud y la felicidad los acompañen por siempre, miles de bendiciones!
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Mágico
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Que lindo todo Nadiana, ojala la clínica Delgado pronto tenga más convenios con seguros y sobretodo con eps para que más mujeres podamos acceder a un parto tan maravilloso como el tuyo. Felicitaciones por la bebe y x tu linda familia.
Saludos
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Demasiado emocionante! tengo el nudo en la garganta! Felicidades miles por tan bella bendición! Tata te envié un mensaje por el face hace un tiempito, se que debes andar full pero cuando puedas hay ciertos tips o datos que me gustaría poder saber donde ubicar ya que estoy en la preciosa espera. Gracias!
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Hola ver sólo las fotos me transportó a mis recuerdos en mi único parto, las emociones son muy grandes, hay cosas duras pero más cosas lindas porque es el momento del esperado encuentro. Te agradezco por compartir.
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muchas felicidades que Dios los bendiga siempre espero que esta clinica no sea tan cara para poder optar por mi segundo parto.
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Karinna y yo también tuvimos a Emilia en la Clínica Delgado. Trabajamos casi 30 horas pero nació por cesárea. Igual la experiencia que te brinda la clínica es espectacular….Felicitaciones por Emilia…
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Pingback: Historia de un parto respetado, un parto en libertad | Viaje de mami
Qué hermoso me encantó, tuve la suerte de tener también un parto bello, respetuoso y lleno de paz. Bienvenida Emilia!
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Qué lindo lo que compartes! felicidades!
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que hermoso de verdad !!!! ojala en los hospitales públicos nos permitan tener estos beneficios seria lo mas hermoso !!!
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Linda historia!
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