Cuando Nacho tenía entre 2 y 3 años solía jugar mucho con una muñeca (un bebe) y una cocinita de su hermana (a las cuales irónicamente ella nunca les dio bola). Aunque no era su juego favorito como lo era jugar con su colección de carritos que sigue siendo hasta ahora su mayor pasión, si es cierto que todos los días le dedicaba un buen tiempo entre juego y juego al bebe y la cocina.
Cargaba al muñeco por la casa, lo paseaba, cambiaba los pañales imaginarios con caras de asco reales. Lo dejaba a un lado y jugaba con la cocinita, cocinaba platos deliciosos con plástelina, pasto y comidas de plástico, nos invitaba siempre un rico plato de comida y luego volvía al bebe Le daba de comer, lo hacía jugar con los carritos, le conversaba mucho en su media lengua y a la hora de hacerlo dormir me lo traía para que lo calme, «toma, llora mucho, no puedo» .
Esta escena se repetía muchas veces y la verdad ni a mi flaco ni a mi nunca nos llamó la atención que jugara a cuidar a «un bebe» y a cocinar, la verdad ni lo habíamos pensado, lo veíamos como lo más natural del mundo. Sin embargo algunos amigos cuando venían, lo encontraban «un poco gracioso» . Nosotros seguíamos sin encontrarle la rareza.
Una vez vino un amigo, que no pudo más con la intriga de que su sobrino jugara a cosas de chicas. Entro al cuarto y vio a Nacho jugando a darle la comidita al bebe.
«Sobrino, ¿Qué haces? ¿A qué estás jugando?!» le pregunto lleno de curiosidad.
«Al papá pues!» Contestó Nacho un poco fastidiado ante tan obvia pregunta.
Este amigo y yo rompimos en risa y ternura.
Es cierto que a mi nunca me había llamado la atención lo había visto como algo sumamente natural. Le había prestado tan poca atención al tema que no me había dado cuenta que estaba jugaba a ser papá, su papá. Que cada vez que cuidaba a su bebe, le daba de comer y lo cuidaba con amor, lo hacía imitando lo que veía, el amor que el y su hermana recibían. Ese día como tantos otros se me hincho el corazón de orgullo y se me lleno el alma de amor.
Los niños no aprenden y hacen lo que decimos, repiten, aprenden y copian lo que hacemos. Es maravilloso que un niño juego al papá, juegue a cocinar y cuidar a un bebe y que su familia y su entorno lo vea como algo natural, por que lo es. Por que el día de mañana será padre, tendrá una pareja y tendrá un hogar en el que participará activamente y con amor.
Gracias
Blog fantástica
buena suerte
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Mi hijo estuvo jugando con carritos y muñecas durante un montón de tiempo. Ahora ya solo juega con cosas de exterior (bicis, patinetes etc) y con cosas de mayores (circuitos teledirigidos, tablets), pero hasta los 10 años de edad estuvo jugando con muñecas y sin ningún tipo de miedo y sin que nosotros le frenásemos para nada. ¡Es algo totalmente natural!
Laura
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