Archivo por meses: enero 2015

Cuando le pegas a un niño…

Cuando le pegas a un niño, no importa el motivo, la situación ni las escusas. Cuando le pegas a un niño no estás educando, enseñándole disciplina ni lo estás haciendo por su bien. Cuando le pegas a un niño solo estás abusando. Lo estás maltratando. Lo estás agrediendo. Lo estás humillando.

1. Cundo le pegas a un niño NO lo estás educando. Cuando le pegas a tu hijo le estás enseñando que alguien más tiene derecho a agredirlo,  a tocarlo de una forma que le hace daño. Le estás enseñando que se debe dejar abusar por que tu eres grande y el pequeño.

2. Cuando le pegas a un niño NO estás moldeando su carácter. Cuando le pegas a tu hijo , lo vuelves débil, frágil, asustadizo. Es un niño que se mueve y actúa por el miedo. Es un niño que  crece creyendo que no sabe y no puede defenderse, por que tu eres más grande y más fuerte.

3. Cuando le pegas a un niño NO lo vuelves más fuerte, estable y confiado. Cuando le pegas a tu hijo le estás enseñando que ese adulto que debe quererlo, protegerlo y cuidarlo, puede  también maltratarlo y hacerlo sufrir por que le parece que se lo merece. Le estás enseñando que el merece ser maltratado y abusado. Estás destrozando su auto estima y su propia visión sobre si mismo

4. Cuando le pegas a un niño NO le estás enseñando a resolver los problemas. Cuando le pegas a tu hijo le estás enseñando que los problemas se resuelven a golpes, con violencia no con la razón. Que es el más fuerte y salvaje el que  gana aunque este equivocado. Que la justicia no existe, solo la fuerza bruta.  Le estás enseñando que esta bien perder el control de sus actos

5. Cuando le pegas a un niño NO te duele más a ti que a el. Cuando le pegas a tu hijo le duele. Le duele mucho. Es un dolor que no podría describirlo, un dolor que lo aterra antes que caiga el siguiente golpe por que sabe como duele. El es frágil y pequeño tu eres grande y poderoso

6. Cuando le pegas a un niño NO lo haces por amor.Cuando le pegas a tu hijo le estás enseñando que a la persona que más quiere en el mundo  le parece bien hacerle daño. Le estás enseñando a amar a su agresor.

7. Cuando le pegas a un niño NO lo estás haciendo por su bien. Cuando le pegas a tu hijo no hay nada que pueda estar bien. Vive aterrado, sin saber que se merece vivir de otra manera. Sin saber que no tendría por que conocer el dolor físico de esa manera. Que no tendría que llorar asustado en las noches sin entender por que le duele tanto el cuerpo y el alma.

8. Cuando le pegas a un niño NO lo estás haciendo crecer. Cuando le pegas a tu hijo estás dejando marcado emocional y socialmente al adulto que será el día de mañana.

9. Cuando le pegas a un niño NO lo estás corrigiendo. Cuando le pegas a tu hijo lo estás llenando de odio, miedo, rencor y depresión. Le estás mostrando el lado más bajo del ser humano, le estás enseñando que el abuso es la única solución

10. Cuando le pegas a un niño NO lo estás haciendo por que se lo merece. Cuando le pegas a tu hijo, le estás robando la inocencia, su niñez, le estás minando la moral, le estás rompiendo el alma. Cuando le pegas a un niño, cuando le pegas a tu hijo, le destrozas la niñez.  El solo merece amor.

Como adultos es nuestra responsabilidad parar el abuso a menores. Controlarnos, encerrarnos en nuestro cuarto, decirles ahora mismo no te quiero hablar estoy furiosa. Meterte a la ducha y calmarte.Salir de la casa y respirar. Hay mil cosas que podemos hace para calmar la furia que llevamos dentro que podrían llevarnos a un acto tan doloroso como pegarle al niño que debemos proteger. Vivimos situación de estrés, tenemos preocupaciones, podemos estar pasando por problemas terribles, pero siempre tenemos la opción de controlarnos y alejarnos antes de estallar.

Debemos también denunciar estos abusos. No quedarnos callados. Los niños no se pueden quejar, muchas veces no tienen a quien acudir por que la gran mayoría de los casos son los mismos pares quienes abusan, y ellos no tienen a quien pedir ayuda. Si escuchas o ves un caso de agresión pide ayuda. AYÚDALO

Si fuiste víctima de violencia cuando fuiste niño. Sánate. Perdónate. No fue tu culpa. TU no te lo merecías. Que pudiste hace que fuera tan grave… Romper un jarrón? Mentir? Jalar un examen? Contestar mal? Olvidarte de un encargo? Romper algo? Robar algo? Fastidiar a tu hermano?  Nada de lo que hayas echo justifica lo que pasó. Perdónate, cierra el capítulo. NO repitas los mismos errores.

No podemos ser responsables de la niñez que tuvimos.  Pero somos responsables del adulto en el que nos convertimos.   Y como adultos no podemos perdonar la violencia infantil.

Hoy los tiempos han cambiado y sabemos con pruebas que la violencia infantil no es una forma de educación, es solo violencia

Un golpe dado a tiempo no corrige, no educa, no enseña.

 

 

 

Hoy soy La Mala Madre

Hoy no puedo más con los saltos en la cama, los gritos, juegos, peleas y correteadas saliendo mojados de la piscina por la casa. Hoy no puedo más con las 37 interrupciones por hora. Las 23 preguntas  por minuto y los “¿Qué estás haciendo mami?” a penas me ven abrir la compu para comenzar a escribir.

Hoy lo siento mucho… o mejor dicho ¡No lo siento NADA! ¡Hoy soy La Mala Madre!

Hoy me escondo de mis hijos, los pequeños saboteadores,  para poder escribir lo incontables artículos que tengo pendientes. Hoy me escondo de ellos para encontrar unos sublimes minutos de silencio. Hoy me escondo de ellos para desahogarme. Hoy me escondo de ellos para ser Mala Madre.

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La misma Mala Madre que algún día  se hizo la dormida para no leerles el cuento porque estaba realmente cansada y de mal humor.

La misma Mala Madre que el otro día se esperó antes de entrar a la casa para terminarse un helado solita sin tener que invitar. Que placer comer algo rico sin que este chupeteado.

La misma Mala Madre, que luego de un día interminable (más de una vez) no los baño porque hay que flojera, no doy más.

La misma Mala Madre que se hizo la loca en ese  cumpleaños el año pasado mientras sus hijos montaron un desastre para no tener que llamarles la atención y dejar de chismear cosas más interesantes con otras mamás.

La misma Mala Madre que la semana pasada  la hizo  larga en el supermercado para tardar más en volver a casa.

La misma Mala Madre que justo se tenía que meter a duchar cuando la bebe se recontra hizo en el pañal..( si si esas cacas que llegan hasta la nuca) para que no le toque cambiar el pañal.

La misma Mala Madre a la que se le escapa un “Aj! Que antipática eres” (con tono re picón de chiquilla)  a su hija pre adolescente cuando le dice que con ese sostén se le van las tetas caídas.

La misma Mala Madre que putea en 3 idiomas cuando se les cae el plato al suelo,  que se levanta de mal humor cuando la despiertan de un buen sueño (si exactamente en ese momento en que te iban a dar el chape de tu vida). Esa Mala Madre que se harta cuando le preguntan 17 veces seguidas en el carro.. ¿Cuánto  falta? . Esa Mala Madre que contesta “ Y ahora que!!!!” cuándo entran en fila al baño.. a penas te acabas de sentar.

Hoy soy Mala Madre y aunque los escucho preguntar ¿ Dónde está Mamá?. No pienso salir de mi escondite, no pienso dejar de tipear. No voy a permitir que me roben el silencio, este espacio, este momento. Pienso ser por lo que queda de la tarde, una Mala Madre que abandona a sus cachorros y se esconde para reencontrarse con ella misma un rato.

Hoy con orgullo,  sin vergüenza, y mucho amor propio me declaro Mala Madre por un rato.

 

La Abuela que me parió.

Hace unos días mi abuela cumplió 90 años. Ella es una abuela singular no es una abuela cualquiera, es una abuela atípica, polémica, con pantalones, con mierdas y carajos, graciosa e insoportable, conocida y reconocida, gritona y tierna. Para muchos una abuela famosa, querida por unos odiada por otros. Para mí no solo es Martha Hildebrandt, para mi, es  La Abuela que me Parió.

Hace ya casi 38 años mi Tata (si Tata, no te atrevas nunca a llamarla abuela, ella no es abuela de nadie.. al menos así me quedó claro desde que tengo uso de razón.) Bueno, retomando,  hace casi 38 años mi Tata estaba a punto de pasar el día más difícil de su vida, un día que le cambiaría la vida para siempre.  En esa época ella  era Directora en La Unesco y vivía en Paris con su hija de 15 años (mi madre). Hacía ya algunos años que se había separado de mi Abuelo, así que estaban solas en casa con la empleada.

Su hija, no se había estado sintiendo bien esa noche, así que Martha estaba un poco alerta y lista para llevarla al doctor por la mañana, sospechaba que podría ser una cistitis, pero nunca se imaginó ni estuvo preparada para  lo que estaba a punto de pasar, en verdad nadie en su sano juicio podría estar preparado para algo así.

Eran las once y pico de la noche y su hija entró de golpe con un periódico en la mano que tiro al piso (si, como lo leen, le dio tiempo de encontrar papel y tirarlo al piso para no ensuciar.. de locos) . La jovencita se tiró al suelo encima de la prensa francesa y anunció en exclusiva el flash informativo:  “Mamá estoy teniendo un bebe”

Así fue como mi Tata se enteró que sería abuela por primera vez, que su única hija iba a tener su primer bebe, con mi madre pujando echada en el pasadizo sobre un montón de periódicos, sin poder dar más explicaciones que las evidentes.

Parece que yo estaba al tanto de la complicada situación y decidí no dar más problemas. Fue un parto rápido. Como dice siempre mi Tata, “Saliste como un corcho de limonada” La verdad nunca he visto una botella de limonada con corcho pero supongo que serían super fáciles de destapar.

¿Se pueden imaginar la escena?  Enterarte que tu hija está embarazada mientras recibes sin ningún tipo de preparación a tu nieta en brazos? Mi Tata asistió el parto como una comadrona profesional. Amarraron mi cordón entre las dos , y mi Tata lo cortó con hilo dental. Mi pobre madre agotada  se fue a duchar y mi Tata se quedó conmigo en brazos, me limpió, me envolvió en una frazadita de Air France, mientras nacía nuestro amor a primera vista.  Aterrada por que no lloraba me entregó a la portera (que había subido a ayudar). La portera me acercó a la calefacción (pleno febrero en Paris, un frio que pela) y luego de calentarme un poco tranquilizó a mi Tata diciéndole “Si respira”.

Ese fue el primer día que nos vimos, el día que nos conocimos, un día agotador e intenso, un día tan sorpresivo que no dio tiempo ni de ver el reloj, por lo cual siempre quedó la duda de si nací el 7 o el 8 de febrero. El día en que por primera vez estuvimos las 3 juntas, como iríamos a estar siempre durante largos años de nuestras vidas.

La mayoría conoce solo la parte pública de Martha Hildebrandt (no tendría por qué ser de otra forma) .Pocos saben que 2 años después de que la cigüeña me dejara en Paris, volvimos a Lima y  Martha Hildebrandt, Mi Tata, dejó de ser una figura política y pública, y se dedicó de lleno al trabajo intelectual desde la casa  durante 16 años (hasta que yo cumplí los 18). No fue a propósito, pero si fue una maravillosa coincidencia, que ella pudiera estar en casa conmigo, durante mi niñez y adolescencia.

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Se la imaginan todas las noches viendo los Picapiedra con una niña de 5 años? Pues, era uno de nuestros programas favoritos. O tejiéndole a su nieta ropa a juego para ella y su muñeca? No saben los conjuntos maravillosos que me hacía.

Me enseñó a jugar cartas, saltar soga, jugar dominó y no aburrirme.  Me enseño primeros auxilios contra mi voluntad. Me había entrenado para que si alguna vez alguien sufría una picadura de abeja yo debía llevarle corriendo el amoniaco (En algún lugar mi Tata había leído que era lo mejor para las picaduras)  Yo me lo tomé super enserio porque además nadie me aclaró que la picadura de abeja no era super venenosa como yo creía.  Por fin llegó el día en que a mi abuela la picó una abeja. Yo feliz y aterrada salí disparada por el frasco de amoniaco y por hacer las cosas mejor mientras corría con el pomo en la mano lo destapé. Que tal bofetadón! Hasta ahora recuerdo el olor como un puñetazo en mi cara tirándome para atrás y noqueándome. Acto seguido, la picadura dejó de importar mientras me despertaban medio desmayada en el suelo.

Nunca me enseñó a cocinar… por que no podía. Me enseñó lo único que sabía hacer, tostadas francesas y huevos revueltos. Cuando vivía  con ella si  algún día nos quedábamos sin empelada salíamos a comer a la calle y si estaba con suerte me dejaba almorzar boliquesos con chizitos, eso si, en plato y con cuchillo y tenedor. No se cómo sobreviví a esa alimentación, gracias a dios mi madre sabe cocinar!

También me enseñó a tejer y “zapato en la cama no”. Me encantaban  nuestras salidas a larquear. Hacer las compras juntas con su lista escita en una tarjeta blanca dividida en 3, MH: cosas que ella necesitaba, Casa, y N todas las cositas que yo podía querer o necesitar. Extraño irnos en colectivo a Lima cuadrada a que me compre cuentos y luego tomarnos un café en el Bolivar. Ella un cortado, y yo un Capucchino con extra crema, sin agua, sin leche y sin café.

Era su pequeña acompañante, me llevaba a todos lados. Me ganaba con todos los chismes de mis tías y yo feliz, porque me ganaba también con todos los mimos y apachurres. Siempre juntas.

Nuestras noches terminaban siempre igual. Desde chiquita antes de dormir, después de leer, cada una en su cama, un cuarto frente al otro, yo cerraba mi libro y le decía,” Tata, hasta mañana para apagar la luz” y así se lo seguí diciendo incluso cuando la llamaba desde España ya madre de dos y colgábamos el teléfono antes de dormir.

Siempre le he podido contar todo, y aunque he querido nunca le he podido ocultar nada. Tiene conmigo un sexto sentido con el cual sin mirarme ni oírme ya sabe si algo me ha pasado. Con lo cual me desarma y no me queda más nada que desahogarme. Tiene siempre unos consejos brutales y geniales. Que me han ayudado a ser feliz a lo largo de mi vida.

Tuvo el buen criterio de no mentirme nunca ni dorarme la píldora. Fue ella por ejemplo la que siempre desde que nací me contaba cómo había llegado al mundo con total naturalidad. Que  no tenía padre (en ese entonces) pero que si tenía abuela. Eso sí, me advertía y repetía mucho los apellidos de mi padre biológico no vaya a ser que de grande me enamoraba de un primo hermano y terminábamos como los Buendía.

Me apoyó y dejó libre cuando a los 16 decidí encontrar a mi padre. Me metió en su cama y apachurró siempre que tuve mal de amores.  Me dio al abrazo más grande de amor cuando sin buscarlo me quedé embarazada de Fernanda.

Desde que tengo uso de razón me trató como a una igual, como a una adulta. Siempre me dio responsabilidades y habló con la verdad, con respeto y con amor. Pero cuando me mira y me habla, incluso hoy 38 años después, sigo siendo su chiquita, su pequeña, a la cual le quiere dar permiso hasta para ir con sus hijos a la bodega.

Hoy tengo la suerte, el lujo, el privilegio de seguir a su lado, seguirle pidiendo consejo, seguirla abrazando.  Hoy en nuestros corazones sigo siendo esa pequeña que llegó al mundo en sus brazos para cambiar nuestras vidas.

Hoy escribo esto con el corazón, para mi abuela, mi Tata, La abuela que me parió.

Tata. Hasta mañana para apagar la luz.

Nadiana.

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A sentirme regia, sana y bella!

 

Este año decidí pensar en mi y hacerme un regalo en Navidad, algo significativo, algo que me merecía. Un cambio de estilo de vida, salud, sentirme bien, sentirme regia. El año pasado he tenido muchos «achaques», tengo gastritis, arritmia cardíaca, y tuve 2 pérdidas (les contaré esto en otro post, por que es algo sobre lo que las mujeres debemos hablar para sanar). Además no se por que, pero  me he engordado muchísimo este último año… bueno si se por que… POR QUE COMO PÉSIMO!

Así que cuando se acercó Navidad mientras hacía la listad de regalos de todos pensé.. Y yo? Yo que quiero esta Navidad? Y lo supe inmediatamente: Quiero sentirme bien, regia, bella y llena de energía. En el acto un nombre vino a mi mente: Martha! Tengo que hablar con Martha de Nutrición con Apego 

Le escribí a Martha y desde ya les digo que ha sido la mejor decisión que tomé para finalizar con broche de oro el 2014 y entrar en el 2015 con el pie derecho.

Martha Neves es un éxito! Cómo estábamos cerca de fiestas y yo andaba como loca con el showroom no teníamos tiempo de juntarnos así que me presentó la opción de consulta online… Si! Online! Pueden creerlo? Conversamos un rato por mail, me envío un cuestionario que llene y en menos de 2 días tenía mi plan de nutrición listo en el mail.

Debo confesar que habré tratado unas 327 veces de hacer dieta y jamás he llegado al segundo día. No puedo con las dietas, me pongo ansiosa, quiero picar, me provoca todo lo que no puedo y no me dan ganas de comer nada de lo que «me toca». Cuando vi el menú de mi plan de nutrición no lo podía creer! Todas las opciones de comida son cosas que me gustan, pero eso no es lo mejor. Lo mejor de todo es que mi plan de nutrición esta hecho basado en el menú de mi casa! Así que no como diferente a los demás (arriesgándome a que me provoque todo lo que no debo) y es menos chamba por que no hay que hacer dos opciones en cada comida. Obviamente si los chicos comen pescado con ensalada,  arroz y papas fritas, yo no me como las papas fritas y me sirvo el doble de ensalada, pero todo es manejable.

Mi dieta se basa en 5 comidas diarias ( respetando la hora en que me acuesto me despierto y pico!!)

Desayuno a las 10 am

Almuerzo a la 1:00 pm

Pico a las 4:00 /5:00 pm

Ceno a las 8:30 pm

Pico a las 11:00 pm

No llego a pasar hambre ni quedarme con ganas de comer algo «rico». El menú incluye 5 opciones para cada una de las 5 comidas diarias que puedo mezclar entre ellas. Es decir, puedo tomar el desayuno del día 1, el almuerzo del dia 2 el linche del día 3 la cena del día 4 y el tentempié de la noche del día 5. Además me incluye opciones para almorzar y cenar en la calle! Así que puedo salir con mi flaco o mis amigos a comer en la calle sin romper el régimen!

Les cuento que empecé la dieta el 22 de diciembre, no ha pasado ni un mes, tengamos en cuenta que entre Navidad y Año Nuevo estuvimos llenos de comidas, parrilladas y compromisos, y así y todo me he bajado más de 3 kilos!!! Hoy es 11 de enero, lo que significa que me he bajado 1 kilo por semana. No saben los feliz y motiva que estoy. Y lo más importante, lo sana y llena de energía que me siento. Siento que hasta mi pelo y cutis están mejor. Que maravilla no?

Si están pensando en un cambio de vida, sentirse sanas y regias les paso el link de Martha Neves, de verdad se las recomiendo.

https://www.facebook.com/nutricionconapego?fref=ts

Espero haber bajado 3 kilos más para el showroom de Febrero y que me vean regia! (:

-La Tata, sintiéndose bien.