El embarazo , las náuseas, bombear sangre por dos, cargar el peso es aprender a compartirlo todo. Es entrega, es empatía.
Parir, pujar, pasar por una cesárea nos da poder. Es de valientes.
Las malas noches con un bebé son agotadoras. Nos dan fuerza.
Las grietas, las perlas de leche, las mordidas, la mastitis… la lactancia duele y nos enseña o sobrellevar el dolor. Es humildad.
Las pataletas, las frustraciones, esos increíbles y desesperantes 2 y 3 años a veces nos ponen a prueba. Nos regalan la paciencia.
Los 4 , los 5, el yo puedo solito , el inicio de su independencia. Debemos aprender a dar un paso al costado y acompañar y observar. El inicio del desapego.
….Dichoso y difícil desapego para el cual necesitaremos no sólo amor sino también de entrega, valentía, fuerza, humildad y paciencia.
Hoy, con una hija de 13, uno de 10 y una de casi 2 miro hacia atrás y entre borrones más o menos que creo entender algo que en mi corazón se siente como entenderlo todo.
Hoy con una adolescente en casa entiendo por que la crianza es tan difícil al principio y porque se pone cada vez más complicada.
Hoy entiendo que no solo creció ella, crecí y maduré yo también para poder sobrellevar las situaciones sin romper YO en una pataleta. Hoy entiendo que ese parto fuera vaginal o cesárea, que esa lactancia dolorosa o ese biberón agotador, que esas noches buenas y esas noches malas la hicieron mía, mucho más mía que cuando estuvo en mi panza. Tan pero tan mía que puedo mantener un NO firme aunque me odie por momentos. Que aunque sus ojos digan «tu no entiendes nada mamá» se sigue sintiendo mía. Que en el fondo sabe que es por su bien. Que aunque se le pongan los ojos rojos de rabia ni en ese segundo que quiso gritar «aggg mamá» y no lo hizo (o si) dejó de amarme ni un segundo. Ya se vino lo bueno y ahora todo lo previo que parecía tan difícil se siente como un entrenamiento.
Hoy entiendo lo más difícil de aceptar para una madre. Se trata de ella, de su historia. Hoy es solo ella la protagonista. Hoy me toca poner en práctica lo que aprendí, para lo que me preparé todos estos años. El desapego con amor. El mismo desapego cuando la destete, cuando durmió en su cama por primera vez. El primer día de cole. La primera pijamada… Hoy toca sacar todo. La empatía, la entrega. el valor, la fuerza, el amor y la paciencia. Hoy toca respetar su espacio, su silencio, sus risas y su llanto. Hoy toca escucharla como siempre cuando quiera contármelo todo y cuando no quiera contarme nada (escucharla siempre, por que se que hasta me habla con la mirada)
Bienvenida adolescencia, te estaba esperando. Llevo 13 años entrenando con amor, con respeto y con libertad. Creo que en esta nueva aterradora y maravillosa etapa nos irá bien y nos irá mal. Habrán portazos si , pero serán más los abrazos. Querida adolescencia me encuentras tranquila y en paz, fuerte y segura porque no me agarras de sorpresa. Por que desde hace 13 años sabía que llegarías y no quería que nos agarres desprevenidas. Hoy se siente, se respira… se palpa en cada reacción y acción de mi amada adolescente todo ese amor, todo ese respeto, todos esos brazos, esas malas noches, esa teta y ese colecho, todo ese apego y toda esa libertad.
Esta noche tengo más claro que nunca que en nuestra crianza todo les decimos hoy importa, que todo el amor y el respeto que damos hoy hace la diferencia, que todo lo que hacemos hoy se verá en resultados mañana
Bienvenida adolescencia ya te queríamos ver llegar ❤
– La Tata.
Saludos…a que correo es que tengo que escribir si quiero que me publiques? Besos
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