Esta vez vamos a colechar hasta que ella nos deje.

Esta vez vamos a colechar hasta que ella nos deje.
«¿Cómo haces para no perder la paciencia?» Esta es la pregunta que más me hacen en el blog cuando me escriben o me conoce alguien que me lee. ¿Cómo haces para no gritar? ¿Cómo haces para mantener la sonrisa? ¿Cómo aguantas? ¿Cómo haces para no perder la paciencia?
Acá, hoy les cuento a todos mi secreto, mi fórmula mágica, mis trucos estratégicos, 5 tips para no perder la paciencia:
¡¡¡¡¡¡MENTIRA!!!!! ¡La pierdo! La pierdo tanto que a veces me cuesta mucho volverla a encontrar. Grito, a veces poco a veces mucho y nunca me hace sentir mejor. Pierdo la sonrisa, me vuelvo un ogro. Y a veces no, a veces no aguanto más y exploto o me desplomo. Y definitivamente queridas pierdo la paciencia más veces de lo que debería.
Parece ser que cuando hablamos de crianza con apego, crianza natural o mi favorita: crianza respetuosa y en libertad, las madres no pudiéramos ser de carne y hueso, ser humanas, enfermarnos, ponernos de mal humor, cansarnos y por favor todas las fuerzas del universo nos liberen… no podemos bajo ninguna circunstancia perder la paciencia y mucho menos gritar.
OJO en ningun momento digo que perder la paciencia está bien, que molestarse sea la solución , que gritar sea liberador, ni mucho menos que cualquiera de las anteriores pueda en algún momento hacernos sentir bien. Nada más lejos de la verdad. Después de perder la paciencia te sentirás peor y depende del grado de ataque de nervios que hayas tenido es muy probable que te sientas como una mierda.
No digo que esté bien, pero tampoco digo que no pase… porque seamos honestas NOS PASA A TODAS, le pasa hasta a la que inventó lo de contar hasta 10 (más de una vez habrá contado hasta mil y ni así pudo) Le pasa a la que (como yo) se mete a la ducha (muchas veces fría) para no reventar en furia. Le pasa hasta la que escribió 10 pasos fáciles para no perder la paciencia (no sé si el libro existe, pero si existe ELLA creeme.. TAMBIÉN perdió la paciencia!)
Entonces tenemos claro que perder la paciencia está mal, pero pasa. Que no soluciona nada pero nos seguirá pasando. Entonces.. ¿Qué hacemos? En la crianza respetuosa hablamos de no gritar, la teoría dice que debemos solucionar todo con lenguaje positivo y con calma.. entonces por qué no lo estamos consiguiendo? Por qué la crianza respetuosa se basa en en eso: en el RESPETO, y ese respeto debe empezar SIEMPRE por UNA MISMA.
Lo más probable es que no hayas perdido la paciencia por que rompió el vaso que le dijiste 3 veces que no agarre, ni porque te preguntaron 12 veces en las primeras 3 cuadras a coro cuanto falta para llegar donde los abuelos o porque llevas media hora explicando un problema de matemáticas y no hay forma que te entienda. Lo más probable es que esas circunstancias sean la gota que faltaba para derramar el vaso de agua y que perdieras la paciencia.
Es probable que estés cansada, con mucho trabajo, responsabilidades , preocupaciones o tal vez no te sientes bien y ni aún así paras. ¿Como vamos a criar con respeto si no nos respetamos a nosotras mismas, si no respetamos nuestro cuerpo y mente cuando nos piden parar?
Cuando somos mamás muchas veces equivocadamente creemos que debemos hacerlo todo , hacerlo bien y sentirnos bien (perdón quise decir APARENTAR estar bien) Eso amiga mía deja que te diga.. NO ES RESPETARNOS.
Mamá se equivoco, mete la pata, se le olvida la lonchera, quema las tostadas, se deprime, se molesta , le provoca llorar y se CANSA si señores y señoras SE CANSA! Y no por eso mamá es menos maravillosa, es menos mamá ni mucho menos.
Tenemos que ser honestas con nuestros sentimientos. Tenemos que escuchar a nuestro cuerpo. Tenemos que dejar de hacer cosas que nos frustran y hacer más cosas que nos hagan felices. Tenemos por sobre todas las cosas que ser felices. Pero sobre todo tenemos que entender que los padres somos el ejemplo para nuestros hijos. Somos la vara con la que se medirán mañana, y si crecen con una madre que no se cansa, que no pierde la paciencia, que lo hace todo perfecto, que no se frustra, que no se molesta, que no se equivoca que no se pone triste, el día de mañana es muy probable que nuestros hijos se frustren porque no lograron ser «tan buenos» ni conseguir una pareja «tan buena» tampoco. No entenderán porque no consiguen ser tan perfectos si su madre (o padre) hacía que pareciera algo tan sencillo.
Por eso es importante que mamá sea de carne de hueso. Que seamos HUMANAS. Debemos saber decir ahorita no, he tenido un mal día y estoy de mal humos. Más tarde , no me siento bien. No , estoy ocupada. Y cuando estemos bien, cuando nos sintamos bien retomamos el tema. Nuestros hijos tienen que saber cómo nos sentimos, tanto cuando estamos bien, como cuando estamos mal, tienen que saber que somos humanas, tan de carne y hueso como ellos, que cuando nos caemos también nos duele y nos dan ganas de llorar.
Ahora lo tenemos más claro. Sabemos porque perdemos la paciencia y sabemos que seguirá pasando (probablemente menos , pero seguirá pasando) ¿QUE HAGO? Qué hago la próxima vez que pierda la paciencia y se me escape el grito porque ya no doy más. ¿Cómo lo soluciono? ¿Qué hago con la culpa? ¿Cómo lo arreglo? Pues más muy sencillo. Pidiendo perdón. Un perdón sincero y desde el fondo del corazón. Un perdón que le enseña a tu hijos que no eres perfecta, que te equivocas, que lo reconoces, que los amas y que los respetas. Un perdón que les enseña que todos nos equivocamos pero que lo importante es saber pedir perdón, admitirlo y tratar de solucionarlo desde el fondo del corazón. Un perdón que es una lección para toda la vida. Un perdón que formará un adulto respetuoso, un adulto más empático y un adulto más humano para el día de mañana.
Así que la próxima vez que pierdas la paciencia no creas que eres la unica, que estás sola o que estás haciendo las cosas mal. Para respira, pide perdón con amor y date tiempo para ti, para estar mejor. Todas metemos la pata y todas tenemos en ese momento la oportunidad de criar un futuro mejor
La Tata, Criando en Tribu.
Hoy, después de 1 año, 4 meses y 19 días nos despedimos para siempre de la teta… No pensé que sería tan rápido. Nos a tomado 9 días exactos… Quería que el proceso durará más. Siento que se me escapó como la arena entre los dedos. Pero lo cierto es que agradezco por como es ella , por como soy yo, que fuera tan rápido y veloz (cada bebé, cada mamá son distintas y para nosotras ha sido mejor así). Mi pequeña hermosa parece que entendió perfectamente lo que pasaba y se lo puso fácil a mamá.
¿Cómo me siento? No lo sé. Orgullosa de ella y su capacidad de adaptación, un poco feliz, adolorida, un poco triste, sin miedo ya que puedo empezar el tratamiento que me empujó a destetarla… y por qué no admitirlo… no me siento «liberada» pero si RENOVADA.
Hoy se ha abierto la puerta a un nuevo inicio en nuestras vidas, un nuevo tipo de relación donde la teta ya no es el eje ni la salvación. Hoy tenemos un sin fin de nuevas posibilidades de darnos amor, hoy ella ya aprende a calmarse sola sin depender de la teta. Hoy me dice más mamá… ya no me llamo tete. Hoy creció un poco más, hoy es más fuerte e independiente. Hoy se siente más segura que nunca que nuestro amor es para siempre.
Hace unos días les contaba que tengo glaucoma en un grado extremadamente avanzado y que ya no puedo retrasar más el tratamiento. Creo que el no tener opción a ni dudarlo, que simplemente lo tenía que hacer porque quiero estar bien, (no quiero obviamente quedarme ciega) lo hizo todo más sencillo para las dos.
¿Cuáles son las pautas para un destete respetuoso? Pues la verdad entre tu y yo no las sé todas, pero si te puedo contar lo que funcionó para nosotros.
Esto fue lo que funcionó para nosotras, pero no hay fórmulas mágicas , cada quien debe encontrar su camino porque como lo dije al principio cada mamá y cada bebé son distintos y cada historia de lactancia es única y diferente.
Hoy una vez más veo los resultados maravillosos de la crianza respetuosa y con libertad, de la crianza con apego. Mi pequeña es segura y feliz con o sin teta, es mucho más grande hoy de lo que era ayer. La veo orgullosa cuando se hace entender mientras pide algo. Ha sido todo un reto para ella pasar de la facilidad de decir teté para solucionarlo todo a poder identificar y pedir aquello que realmente quiere. Ver esa felicidad, esa seguridad, ese orgullo en ella me ha dado una vez más una lección para la vida. Crecer , amarse y ser independiente nos da la libertad ❤
Hoy he sobrevivido gracias a ella a mi última teta. No les voy a mentir , claro que he llorado, pero a veces son totalmente compatibles y complementarias un par de lágrimas de añoranza y tristeza con el pecho inflado de orgullo y la sonrisa llena de amor y alegría total. Lloririendo y avanzando hacia la siguiente aventura… a seguir creciendo junto a ellos.
La Tata, criando, creciendo.
Tienes unos días de retraso te haces unas pruebas y te enteras que estás embarazada, se lo cuentas a un par de personas que te felicitan y te apoyan pero nadie te dice una verdad que permanece oculta en todas nosotras. Aún no lo sabes pero acabas de entrar en el mundo más competitivo que te puedas imaginar. Ni los máster, ni el deporte, ni el colegio, tu alto rango de ejecutiva, ser una más entre muchos empleados o ser la del medio de 5 hermanos te podrán preparar para el nivel de competitividad constante y silenciosa (a veces no tanto) a la que acabas de ingresar… No salgas corriendo… No hay vuelta atrás.