Archivo de la etiqueta: criando en libertad

COLECHO ¿HASTA CUÁNDO?

COLECHO ¿HASTA CUÁNDO?
Hasta que siga funcionando para nuestra familia. Quiero comenzar por decir que los seres humanos estamos programados para dormir en camada. Esta en nuestro ADN dormir todos juntos en un mismo lecho no solo de niños si no hasta adultos. Es así como funciona nuestro instinto, pero la vida cambia, la sociedad cambia, los espacios, los horarios y los tiempos nos llevan a tener que aprender a dormir solos…. pero no por mucho tiempo solo hasta ese momento en que encontramos a esa persona con quien queremos compartir (literalmente) nuestros sueños.
Si nosotros de adultos encontramos la felicidad en dormir acompañados (no todos , pero si la gran mayoría) por que no iría un pequeño a ser feliz durmiendo junto a las personas que más ama en el mundo…
Yo coleché, colecho y seguiré colechando. Amo el colecho.
Hace 13 años cuando nació mi hija mayor no conocía el término y sin embargo durmió con nosotros hasta casi los 3 años, momento en el cual se enamoró de una cama alta en Ikea y nos cambio sin dudarlo por su independencia.
Hace 10 años, cuando nació mi segundo hijo aún no conocía el término y menos aún sus beneficios. Sólo sabía que necesitábamos una cama más grande por si la hermana mayor quería volver al cuarto cuando viera al pequeño en nuestra cama. (Cosa que pasó, pero no duró mucho tiempo). Mi segundo no tuvo interés en camas altas ni bajas, ni mucho menos en ser independiente. No al menos a la hora de dormir. Así que esos casi  3 años duraron más de 5  con sus idas y venidas , sus vueltas y revueltas, y sus respectivos bailes de cama nocturnos.
No existía el término, no estaba de moda, no conocía los beneficios, sin embargo no era para nosotros una preocupación que no quisiera dormir solo. Entendíamos por alguna razón sin habernos documentado previamente que eso era lo que nuestro hijo necesitaba. Que no todos los niños son iguales, que dormir con nosotros no lo volvía un sobreprotegido o dependiente. Simplemente lo necesitaba. Cuando tenía 2 años y poco  cambiamos de casa, de barrio, de país, de continente. Dormir con nosotros, nuestro calor, nuestra piel eran el único hogar que permanecía igual para el  y lo supimos comprender.
Poco a poco se dejo de pasar, poco a poco se durmió la noche entera sin despertarse y pedirme que me pasé , poco a poco dormir con nosotros se volvió un vacilón para ver pelis el fin de semana. Poco a poco dejo de ser una necesidad y voló.
Hoy vamos 2 años 4 meses, está vez si colechando, conociendo el término, conociendo los beneficios, sabiendo las reglas, los tips los si y los no. ¿Y sabes qué? Se siente igual a cuando simplemente dormían conmigo. Por que el colecho SIEMPRE, SIEMPRE ha existido.
¿Es cómodo? No. ¿Es rico? Delicioso. La verdad es irónico, pero duermo mejor cuando me empujan, me destapan, se trapan a mi almohada o me dejan en la esquinita. Es verdad. Duermo mejor que cuando están en su cama y eso me hace pensar… Si los seres humanos estamos programados desde el adn a dormir en camada, ¿Estaremos entonces programados a dormir así , con un codo atravesado, una nuquita sudada cerquita, un cahorro atravesado por encima? Puede ser. Puede ser que hayamos aprendido social y culturalmente a vencer la soledad , el frio y el miedo a dormir solos y lo hayamos convertido en el placer máximo de la cama para ti solo (por más que prefiero dormir con ellos.. si si.. añoro esos momentos) Quien sabe.. tal vez así sea.
Lo cierto es que con la pequeña decidí (como tantas de las cosas que decidí respecto a su crianza luego de mucha investigación y que luego no se dan..) que colecharíamos hasta los 2 años mientras hubiera teta. Por que creanme cuando les digo que el colecho es es el mejor amigo de la lactancia.  La teta se fue antes, al año y medio. Y seguimos colechando… los 2 años pasaron hace 4 meses y seguimos colechando.
¿Hasta cuando vamos a colechar? ¿Hasta que ella lo necesite? No. Esta vez no.  Esta vez , después de 3 cachorros, leyendo mucho, escuchando más , aprendiendo en el camino, he logrado conectar con el yo primitivo y he entendido que el colecho no solo lo necesita ella, el colecho también lo necesito yo , lo necesitamos nosotros.

Esta vez vamos a colechar hasta que ella nos deje.

Cómo hacer para no perder la paciencia.

«¿Cómo haces para no perder la paciencia?» Esta es la pregunta que más me hacen en el blog cuando me escriben o me conoce alguien que me lee. ¿Cómo haces para no gritar? ¿Cómo haces para mantener la sonrisa? ¿Cómo aguantas? ¿Cómo haces para no perder la paciencia?

Acá, hoy les cuento a todos mi secreto, mi fórmula mágica, mis trucos estratégicos, 5 tips para no perder la paciencia:

¡¡¡¡¡¡MENTIRA!!!!! ¡La pierdo! La pierdo tanto que a veces me cuesta mucho volverla a encontrar. Grito, a veces poco a veces mucho y nunca me hace sentir mejor. Pierdo la sonrisa, me vuelvo un ogro. Y a veces no, a veces no aguanto más y exploto o me desplomo. Y definitivamente queridas pierdo la paciencia más veces de lo que debería.

Parece ser que cuando hablamos de crianza con apego, crianza natural o mi favorita: crianza respetuosa y en libertad,  las madres no pudiéramos ser de carne y hueso, ser humanas, enfermarnos, ponernos de mal humor, cansarnos y por favor todas las fuerzas del universo nos liberen… no podemos bajo ninguna circunstancia perder la paciencia y mucho menos gritar.

OJO en ningun  momento digo que perder la paciencia está bien, que molestarse sea la solución , que gritar sea liberador, ni mucho menos que cualquiera de las anteriores pueda en algún momento hacernos sentir bien. Nada más lejos de la verdad. Después de perder la paciencia te sentirás peor y depende del grado de ataque de nervios que hayas tenido es muy probable que te sientas como una mierda.

No digo que esté bien, pero tampoco digo que no pase… porque seamos honestas NOS PASA A TODAS, le pasa hasta a la que inventó lo de contar hasta 10 (más de una vez habrá contado hasta mil y ni así pudo) Le pasa a la que (como yo) se mete a la ducha (muchas veces fría) para no reventar en furia. Le pasa hasta la que escribió 10 pasos fáciles para no perder la paciencia (no sé si el libro existe, pero si existe ELLA creeme.. TAMBIÉN perdió la paciencia!)

Entonces tenemos claro que perder la paciencia está mal, pero pasa. Que no soluciona nada pero nos seguirá pasando. Entonces.. ¿Qué hacemos? En la crianza respetuosa hablamos de no gritar, la teoría dice que debemos solucionar todo con lenguaje positivo y con calma.. entonces por qué no lo estamos consiguiendo? Por qué la crianza respetuosa se basa en en eso: en el RESPETO, y ese respeto debe empezar SIEMPRE por UNA MISMA.

Lo más probable es que no hayas perdido la paciencia por que rompió el vaso que le dijiste 3 veces que no agarre, ni porque te preguntaron 12 veces en las primeras  3 cuadras a coro cuanto falta para llegar donde los abuelos o porque llevas media hora explicando un problema de matemáticas y no hay forma que te entienda. Lo más probable es que esas circunstancias sean la gota que faltaba para derramar el vaso de agua y que perdieras la paciencia.

Es probable que estés cansada, con mucho trabajo, responsabilidades , preocupaciones o tal vez no te sientes bien y ni aún así paras. ¿Como vamos a criar con respeto si no nos respetamos a nosotras mismas, si no respetamos nuestro cuerpo y mente cuando nos piden parar?

Cuando somos mamás muchas veces equivocadamente creemos que debemos hacerlo todo , hacerlo bien y sentirnos bien (perdón quise decir APARENTAR estar bien) Eso amiga mía deja que te diga.. NO ES RESPETARNOS.

Mamá se equivoco, mete la pata, se le olvida la lonchera, quema las tostadas, se deprime, se molesta , le provoca llorar y se CANSA si señores y señoras SE CANSA! Y no por eso mamá es menos maravillosa, es menos mamá ni mucho menos.

Tenemos que ser honestas con nuestros sentimientos. Tenemos que escuchar a nuestro cuerpo. Tenemos que dejar de hacer cosas que nos frustran y hacer más cosas que nos hagan felices. Tenemos por sobre todas las cosas que ser felices. Pero sobre todo tenemos que entender que los padres somos el ejemplo para nuestros hijos. Somos la vara con la que se medirán mañana, y si crecen con una madre que no se cansa, que no pierde la paciencia, que lo hace todo perfecto, que no se frustra, que no se molesta, que no se equivoca que no se pone triste, el día de mañana es muy probable que nuestros hijos se frustren porque no lograron ser «tan buenos» ni conseguir una pareja «tan buena» tampoco. No entenderán porque no consiguen ser tan perfectos si su madre (o padre) hacía que pareciera algo tan sencillo.

Por eso es importante que mamá sea de carne de hueso. Que seamos HUMANAS. Debemos saber decir ahorita no, he tenido un mal día y estoy de mal humos. Más tarde , no me siento bien. No , estoy ocupada. Y cuando estemos bien, cuando nos sintamos bien retomamos el tema. Nuestros hijos tienen que saber cómo nos sentimos, tanto cuando estamos bien, como cuando estamos mal, tienen que saber que somos humanas, tan de carne y hueso como ellos, que cuando nos caemos también nos duele y nos dan ganas de llorar.

Ahora lo tenemos más claro. Sabemos porque perdemos la paciencia y sabemos que seguirá pasando (probablemente menos , pero seguirá pasando) ¿QUE HAGO? Qué hago la próxima vez que pierda la paciencia y se me escape el grito porque ya no doy más. ¿Cómo lo soluciono? ¿Qué hago con la culpa? ¿Cómo lo arreglo? Pues más muy sencillo. Pidiendo perdón. Un perdón sincero y desde el fondo del corazón. Un perdón que le enseña a tu hijos que no eres perfecta, que te equivocas, que lo reconoces, que los amas y que los respetas. Un perdón que les enseña que todos nos equivocamos pero que lo importante es saber pedir perdón, admitirlo y tratar de solucionarlo desde el fondo del corazón. Un perdón que es una lección para toda la vida. Un perdón que formará un adulto respetuoso, un adulto más empático y un adulto más humano para el día de mañana.

Así que la próxima vez que pierdas la paciencia no creas que eres la unica, que estás sola o que estás haciendo las cosas mal. Para respira, pide perdón con amor y date tiempo para ti, para estar mejor. Todas metemos la pata y todas tenemos en ese momento la oportunidad de criar un futuro mejor

La Tata, Criando en Tribu.

 

 

 

Sobrevivientes de un destete respetuoso.

Hoy, después de 1 año, 4 meses y 19 días nos despedimos para siempre de la teta… No pensé que sería tan rápido.  Nos a tomado 9 días exactos… Quería que el proceso  durará más. Siento que se me escapó como la arena entre los dedos. Pero lo cierto es que agradezco por como es ella , por como soy yo, que fuera tan rápido y veloz (cada bebé, cada mamá son distintas y para nosotras ha sido mejor así). Mi pequeña hermosa parece que entendió perfectamente lo que pasaba y se lo puso fácil a mamá.

¿Cómo me siento? No lo sé. Orgullosa de ella y su capacidad de adaptación, un poco feliz, adolorida, un poco triste, sin miedo ya que puedo empezar el tratamiento que me empujó a destetarla… y por qué no admitirlo… no me siento «liberada» pero si RENOVADA.

Hoy se ha abierto la puerta a un nuevo inicio en nuestras vidas, un nuevo tipo de relación donde la teta ya no es el eje ni la salvación. Hoy tenemos un sin fin de nuevas posibilidades de darnos amor, hoy ella ya aprende a calmarse sola sin depender de la teta. Hoy me dice más mamá… ya no me llamo tete. Hoy creció un poco más, hoy es más fuerte e independiente. Hoy se siente más segura que nunca que nuestro amor es para siempre.

Hace unos días les contaba que tengo glaucoma en un grado extremadamente avanzado y que ya no puedo retrasar más el tratamiento. Creo que el no tener opción a ni dudarlo, que simplemente lo tenía que hacer porque quiero estar bien, (no quiero obviamente quedarme ciega) lo hizo todo más sencillo para las dos.

¿Cuáles son las pautas para un destete respetuoso? Pues la verdad entre tu y yo no las sé todas, pero si te puedo contar lo que funcionó para nosotros.

  1. Tenerlo claro, estar muy informada de los beneficios de la lactancia materna exclusiva y luego tomar la decisión porque en el corazón sabes y sientes que es la mejor decisión para ustedes en ese momento.
  2. Hablar con ella. Le expliqué que ya no iba haber teté , primero solo al final del día y en la noche, luego solo en la noche y luego ya no había teté. Que ella ya es una niña grande que toma en vaso, que come galleta, que vé pocoyó y que ya pinta con los colores de mamá el libro de pintar de mamá . Esto último fue mágico. Tengo unos colores bellos que me regaló mi mamá y unos libros de mandalas. Antes no la había dejado tocarlos por que era para «grandes» esta semana cuando pedía tete por cariño y atención le daba un color y me sentaba a pintar con ella, así un color, otro color. En dos días me empezó a pedir los colores de frente y ya no teté…
  3. No ofrecer. Hasta ahora la teta ha sido salvadora si tiene hambre, si tiene sed, si se cayó, si se cansó , si se aburrió  si  todo… Lo primero es dejar de ofrecer y encontrar otras soluciones
  4. Aprender a identificar y enseñarle a expresar cuáles son sus necesidades al pedir teta en ese momento. Cuando me pedía teté lo primero que hacía era sonreír cogerla en brazos darle un fuerte abrazo con un beso, le decía te quiero mucho mi amor, te amo, que quieres? Tienes sed? quieres agua? quieres jugo? quieres leche? Tienes hambre? quieres un plátano, una galleta? Quieres más abrazos? Vamos a jugar? Obviamente no hacía las preguntas de golpe sino una por una mientras decía no hasta que finalmente decía si. En pocos días ya me pedía de frente aquello que quería, con señas , señalando o en ese idioma especial que solo las mamás entendemos.
  5. Para dormir , por suerte desde que nació la hacía dormir también su papá y su hermana mayor así que estos días gracias a su apoyo no ha sido una tragedia.
  6. Encontrar el biberón y la  leche o aquello que le guste para poderla destetar. Con mi hija mayor fue yogurt, el segundo fue leche con colacao y con Emilia ahora es leche de soya fresca. Harán tal ve varias pruebas hasta encontrar la mezcla que más les guste. (sería increíble que les guste una opción sana como una leche de almendras o coco)
  7. Durante la noche cuando se despierte tratar con el chupón primero (si lo usa) y luego con otro biberón si es que coincide con sus horas de tomas nocturnas . Desde que Emilia está tomando biberón para dormir ha disminuido un montón las tomas de la noche . Hay noches que toma a las 8pm 12pm y 6 am o incluso ya ha pasado desde las 8 hasta las 5 de largo. Cuando era teta era cada 2 a 4 horas toda la noche.
  8. Sácate leche manualmente para no seguir estimulando. Estar super atenta a tu pecho todo el rato para no tener una mastitis. Habla con tu ginecólogo y anda a un chequeo.
  9. Dense mucho amor, todo el rato, muchos abrazos, besos cosquillas, mucho pero mucho contacto físico.
  10. Cuenta con el apoyo de tu entorno familiar para ayudarte y contenerlos. Cuenta con ayuda externa también si fuera necesario, a nosotras nos ha ayudado mucho las flores de bach.
  11. Revisa tu armario, engríete un poco recupera esa ropa linda que te encanta y no podías usar en el embarazo ni dando la teta. Es bueno también que vayas con ropa que no puedan solo jaar si te agarra desprevenida.
  12. Cuando tomes la decisión estate preparada para tener más tiempo que nunca para dedicarle a tu bebé y también estate preparada para salir por tiempo más prolongado y que se quede con papá. Por ejemplo anoche me escapé con mi casi trece al cine y Emilia se quedó con mi flaco. En esta semana de destete se ha unido aún más a su papá y eso también me parece maravilloso.

Esto fue lo que funcionó para nosotras, pero  no hay fórmulas mágicas , cada quien debe encontrar su camino porque como lo dije al principio cada mamá y cada bebé son distintos y cada historia de lactancia es única y diferente.

Hoy una vez más veo los resultados maravillosos de la crianza respetuosa y con libertad, de la crianza con apego. Mi pequeña es segura y feliz con o sin teta, es mucho más grande hoy de lo que era ayer. La veo orgullosa cuando se hace entender mientras pide algo. Ha sido todo un reto para ella pasar de la facilidad de decir teté para solucionarlo todo a poder identificar y pedir aquello que realmente quiere. Ver esa felicidad, esa seguridad, ese orgullo en ella me ha dado una vez más una lección para la vida. Crecer , amarse y ser independiente nos da la libertad ❤

Hoy he sobrevivido gracias a ella a mi última teta. No les voy a mentir , claro que he llorado, pero a veces son totalmente compatibles y complementarias un par de lágrimas de añoranza y tristeza con el pecho inflado de orgullo y la sonrisa llena de amor y alegría total. Lloririendo y avanzando hacia la siguiente aventura… a seguir creciendo junto a ellos.

La Tata, criando, creciendo.

 

 

Bienvenida a la competencia…OOOPS quise decir a La Maternidad.

Tienes unos días de retraso te haces unas pruebas y te enteras que estás embarazada, se lo cuentas a un par de personas que te felicitan y te apoyan pero nadie te dice una verdad que permanece oculta en todas nosotras.  Aún no lo sabes pero acabas de entrar en el mundo más competitivo que te puedas imaginar. Ni los máster, ni el deporte, ni el colegio, tu alto rango de ejecutiva, ser una más entre muchos empleados o ser la del medio de 5 hermanos te podrán preparar para el nivel de competitividad constante y silenciosa  (a veces no tanto) a la que acabas de ingresar… No salgas corriendo… No hay vuelta atrás.

Lo cierto es que todas, todas somos competitivas en la maternidad. Algunas  en mayor o menor nivel, pero quien diga que no o nos miente o se miente así misma. Podríamos decir que es parte de nuestra naturaleza, está tatuado en el ADN. Hay muchas que lo saben manejar y  controlar y otras que en verdad… Bueno que les voy a contar que no sepan ya…¿nunca faltan no?
La competencia y comparaciones empiezan desde el día uno en que cuentas que estás embarazada… Siempre habrá la amiga que lo pasó  peor, que fue más mártir, que vomitó más que durmió menos… Por otro lado estará la que nuuuunca se sintió mal, ni engordo , ni le dolió parir, encima se puso más guapa y el pelo le brillaba (odiosa). Tendrás muchas amigas o familiares en esos casos pero habrá un par que se encargará de recalcarlo. Si pensabas que eso es pesado estas en nada…
Lo fuerte se viene después, comparaciones absolutamente injustas y ridículas en base a qué tipo de parto hemos tenido y sobre nuestra lactancia ….. No flaca por ahí no es buen camino, en este tema si no tienes nada agradable, de apoyo y contención que aportar déjame que te diga: «Calladita te ves más bonita». Ni siquiera voy a ahondar en este tema por lo injusto y ridículo que me parece.
Por fin tienes a tu bebé en brazos y comienza «la pregunta», esa pregunta que deberá mantener alerta tus antenitas  de vinil…  lugo de observar como quien no quiere la cosa  peso, estatura, movimientos y nivel de desarrollo llega directa: ¿cuánto tiempo tiene?
¡Alerta! ¡Puede ser una trampa! Siempre seguida a la pregunta vendrá una frase de comparación. Oohhh se llevan solo unos días… ¿Ya come sólo? ¿Ya gatea? ¿Recita el abecedario al derecho y al revés? ¡¡¡Por favor!!! Quisiera decir suéltame un rato, pero confieso que cuando no me lo han preguntado, he sido yo la que también preguntaba de puro metiche… Odiosa soy,  yo lo sé.
En el primer año te encontrarás en cada ida al parque con alguna de estas preguntas..Que si tienes leche, ay hija yo era una vaca. Que si duerme toda la noche…pobrecita el mio duerme solito desde los 3 meses . Que por que le das teta y no biberón… Que por que le das biberón y no teta… Que como vas a usar el coche que lo vas a traumar.. Que como lo porteas tanto le vas a deformar las piernas. Que si ya se paró, que si ya camino…El mío a esa edad corría… Que si ya dijo mamá, papá, le salieron los dientes o ingreso a la universidad!
Luego a medida que van creciendo los temas se vuelven más complicados al entrar en la competencia no sólo tiempo de desarrollo, talla y peso  sino también comportamiento, crianza y desempeño académico… Pucha en verdad que flojera. Tengo una adolescente,un niño y una casi toddler…y en mi experiencia te digo flaca.. ¡Qué flojera! Que flojera como, cuesta hacerse la sorda. Pero entre nos, cuesta más no soltar la lengua y decir sin querer queriendo algún comentario ácido que deja en claro que tu hijo es mejor… No todo comentario competitivo es a propósito y con mala leche, la mayoría  son silenciosos y muchas veces sin un ánimo real de joder, solo es nuestro hiper orgullo por esa criaturita que en nuestro mundo nadie podría superar. Claro, en nuestro mundo, pero no en el mundo real cada niño es un mundo, un ser completo y ninguno es mejor al otro, son simplemente diferentes como lo somos las madres, como los somos todos, porque para poder seguir, crear y crecer debemos ser diferentes todos o sino nos estancamos.
¿No es ya suficiente con la montaña rusa que es un embarazo y todo a lo que te tienes que enfrentar que además tenemos que tener dudas extras por andarnos comparando las unas a las otras? ¿No es ya el parto suficientemente intenso y totalmente nuestro como para permitir experiencias ajenas cargarlo más? ¿No es la crianza lo suficientemente difícil y complicada como para encima pensar que lo hacemos peor de lo que creemos porque en la casa del vecino todo fluye como la seda? No pues, no es justo. La maternidad es hermosa, es maravillosa  pero es tan feliz y llena de luz como turbia y desesperante como para aumentar matices extras.
No podemos seguir lanzando comentarios como:  «Uyy mi hijo también hace berrinches pero si me hace uno como hace el tuyo me vuelvo loca» .»Pero como se sacó 09 estaba facilitó mi flaco se sacó 20″ «Uyyy pero todavía no habla» «Tiene 2 y medio y sigue con pañal? La gordis el día que cumplió 2 se lo quité en una»
No puede ser que, hablando con una amiga mamá de dos preocupada porque su pequeña  de 2 años no lo está pasando bien probablemente por los celos, después de un rato conversando y contándole que mi hija mayor  era re intensa  me diga.. Ya no me siento la única, ya no me siento tan sola… ¿¿¿Sola??? ¿Es enserio? Tiene amigas con bebes de la misma edad, la pequeña va al nido y conoce a otras mamás… Como te vas a sentir sola cuando tu pequeña tiene crisis de pataletas y berrinches  si todos hemos pasado por algo parecido en mayor o menor grado. Pero claro de la puerta para afuera muchas veces no contamos la historia real.  Cómo te dije ayer flaca,a quien diga que tiene una maternidad perfecta y es solo feliz no le creas nada.
Tenemos que empezar a ser más honestas, menos jodidas, más reales y transparentes. Lo podríamos pasar muchísimo mejor si dejamos de compararnos  y competir.  Todas tenemos una historia diferente, todas tenemos hijos diferentes. Ningún niño es igual al otro, ni siquiera hermanos criados por los mismo padres. Si tal vez el tuyo habló antes.. pero camino después. Tal vez el tuyo no hace pataleta… Pero como cuesta hacerlo dormir no?
No existe el hijo perfecto ni mucho menos la madre perfecta, no hay una fórmula mágica de crianza, ha sido difícil desde que el mundo es mundo y lo seguimos intentando, van cambiando las teorías y los métodos y la verdad solo podemos hacer lo mejor que podamos y criarlos según aquello en que creemos. Para mi la maternidad es tan maravilloso como difícil y agotadora y no creo ser la única que se sienta así.
Creo que ha llegado el momento de evolucionar y darle una vuelta a la historia sacar ese chip de nuestro adn y dejar de jorobarnos tanto sin querer queriendo y apoyarnos más.
-La Tata, Criando en Tribu